viernes, 26 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD

"Cuando llegan las navidades, siempre me parecen una época buena: una época amable, indulgente, caritativa, agradable; la única que conozco, en el largo calendario del año, en la que hombres y mujeres parecen estar de acuerdo en abrir de par en par sus corazones, y en considerar a sus inferiores como compañeros de viaje a la tumba, y no como una especie distinta de seres camino de otros destinos."
Canción de Navidad de Charles Dickens


FELIZ NAVIDAD

miércoles, 17 de diciembre de 2008

My english memories

Llueve. Lágrimas silenciosas resvalan por mis mejillas sin esfuerzo por contenerlas...o esconderlas. No me averguenzo. No son lágrimas de pena. Bueno, quiza sí. Pena, por aquello que he vivido y que me ha hecho tan feliz. Pena porque sé que no volveré a vivirlo.

Volveré a ser feliz, por supuesto, pero no aquí. Ni aquí ni con ellos. Ellos se quedan y yo me voy. No me arrepiento de nada. Les he hecho felices y ellos a mí. Al final eso es lo que cuenta. Tal vez no los vuelva a ver, pero siempre guardaré esos momentos en mi memoria, en mi corazón.

Porque después de todo, esos momentos son nuestros y de nadie más. Ellos y yo. En eso se resume todo.


"Will we meet us again?"

"Sure Chris! On holidays, if you want, you can come to visit me at Spain"

"Will you still been my girl(friend)?"

" What about if you like any other girl when i arrive home?"

" You will come here again, If you come soon, that's not gone a happen"





Verano del año 2005, Woking, Surrey, UK.
Lugar en donde H.G. Wells ambientó su exitosa novela "La Guerra de los Mundos"




Esencias de momentos que han enriquido mi vida

GRACIAS: Sam, Chris and family.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Lo que nunca cuentan los cuentos...

Los cuentos siempre hablan de finales felices, donde príncipe y princesa comen perdices. Lo que nunca cuentan es que son las princesas quienes las cocinan.

Tampoco cuentan que el fantástico príncipe, sigue siendo una rana por dentro, por muchos besos que le dé su princesa. No cuentan que los príncipes azules muchas veces destiñen.
Ni que las hadas madrinas les acaban cobrando unos altísimos intereses por sus deseos y sueños cumplidos.

Otra cosa que se olvidan de explicar es que las princesas viven tanto por su príncipe que muchas veces se olvidan de ellas mismas.

Los cuentos no lo cuentan porque quieren hacernos creer que la felicidad existe, y que solo se alcanza de la mano de un príncipe.

Ya es hora de que las princesas dejen de sobrevalorar a los príncipes, y que se den cuenta de que como buenas princesas de cuento deben ser felices. Nos lo deben. Porque tenemos derecho a soñar que la felicidad existe, también sin príncipes.