domingo, 14 de junio de 2009

Me aburro

Es tan triste. Esperas todo el año tus merecidas vacaciones. Tan sólo piensas en acabar exámenes y trabajos para no tener que volver a abrir un libro y así poder disfrutar del veranito... En tu cabeza se realizan planes sin ni siquera proponértelo: "primero pasearé por aquí, luego me leeré este libro, después quedaré con tal, visitaré esto, iré de compras..." y finalmente las vacaciones LLEGAN.

Aquí entra el problema. LLEGAN tus vacaciones, no las de los demás. La gente tiene clases, la gente empieza exámenes, la gente sigue con su vida a pesar de tus deseadas vacaciones.

¿Y tú que haces con todo este tiempo libre que derepente nace de debajo de las piedras? Pues nada, porqué nadie esta disponible. Y encima tienes que escuchar las frases de "que suerte" o "que envidia" cuando dices que no sabes que hacer. "Si yo tuviera vacaciones aprobecharía para..." Espérate chata, espérate y verás lo triste que es tener vacaciones y nadie con quien poderlas disfrutar.

Hecha la reflexión, sigo aburriéndome mucho... Y más un domingo sin ningún sitio abierto ni ningún lugar al que ir que no sea la biblioteca.

Desear las vacaciones para acabar escribiendo esto, que triste...


(Deseando que todo el mundo tenga vacaciones y que la playa vuelva a estar abarrotada, al menos para tener a alguien que me haga compañia).

miércoles, 20 de mayo de 2009

Clase A

De repente, numerosos vocablos médicos empiezan a salir de la boca de mis "doctores":
- ¿Vístes los incisibos?
- Sí, si... estoy en ello.
- ¿Y esos premolares?
- Llama a Xavi.

El argentino abandona la consulta y va en busca de "Xavi". Yo sin enterarme de nada y con los pelos de punta. Mi madre contando mentalmente lo caro que le ivan a salir los posibles aparatos, fundas, empastes etc.
- ¿Cúanto hace que has llevado aparatos?
Mi madre le contesta, puesto que yo, con sus manos en mi boca, lo tengo un poco complicado.
- De las 4 que tengo, la única que nunca ha llevado nada.
- ¿Cómooo? ¡És una clase A!

Yo alucino. Soy clase A. Y no me entero de nada. El doctor sale de la consulta y miro a mi madre.
- ¿Se puede saber dónde me has traido?
- Yo que sé, es el médico de la mútua.- Eso quiere decir que la visita le sale gratis.- Pero el ser de clase A no suena tan mal...

De repente, se abre la puerta y entran 4 doctores: el argentino, el chavalin, el tal Xavi y otro más. ¡Cuatro!. Todos a mirar mi boca.
- Es que és la primera vez que tenemos una classe A en la consulta.-Nos explican. E interiormente pienso "es la primera vez que teneis un paciente" mientras mi madre se rié por lo bajini.

En ese momento entran otras dos chicas con bata a mirar mi clase A. Se nota que son las 9 de la mañana y no tienen más pacientes. Bueno, donde miran cuatro, miran seis. Y yo allí, como una santa, espatarrada con nosecuantos ojos mirando mis dientes y mi madre tronchandose de risa. Tímidamente mi madre, finalmente formula la pregunta que yo hubiera hecho mucho antes si no hubiera estado con la boca abierta y con 6 médicos mirando mis dientes.
- ¿Qué es clase A?
- ¡Ay! disculpe.- Le dice mi "doctor-chavalín".- Su hija tiene los dientes perfectos. Mire la radiografia. Esto es muy raro verlo, y más si nunca se ha llevado ortodoncia. No debe preocuparse por las muelas del juicio. Tiene espacio de sobras. Tiene una boca perfecta.

¡Menos mal! No sólo tengo bien los dientes, sinó que soy perfecta. Nooo, nada de perfecta, soy una clase A.
Una sonrisa atrabiesa mi cara mientras recojo mis cosas para marcharme cuando mi "doctor-chavalín" se me acerca y me pide disculpas por haberme tenido como un mono de feria...Y antes de irme me confiesa: "Yo también soy clase A, pero no tengo tanta paciencia como tú". Vaya... Que cachondo el doctor.

Finalmente, en la parada de autobús, despúes de comentar la experiencia de mis doctores recién salidos de la Universidad, mi madre me dice:
- Bueno, la próxima vez que quieras volver a ir al dentista avisame que es muy divertido.

Visita al dentista

- Mama, me parece que me están saliendo las muelas del juicio.
- ¿Y que quieres que haga yo?
- Pues que me lleves al dentista.
- Ya eres mayorcita para ir sola.
- Porfiiiiiiiiiiiiiiii... Acompañame...Es que me da un poco de miedo...

Dicho y hecho. Caminamos hasta la consulta a las 9 de la mañana. Es un gustazo ir sentada en el autobús viendo como los niños somnolientos arrastran sus mochilas cargadas de libros mientras se dirigen al colegio, y tú les sonries pensando, "lo que te queda chato...".
Llegamos a la consulta y el hormigueo se apodera de mi barriga. La consulta es nueva y aún se puede palpar ese olor tan característico de "recién estrenado". No me da tiempo ni a sentarme cuando un argentino con bata sale en mi busca. Eso de empezar el dia con una buena visita al dentista tiene sus ventajas. Nada de colas de más de media hora ni de niños ruidosos pintarrajeando papeles en la sala de espera.
- Vamos a hacerte una fotito reina.
Pues venga. Me encierran en una sala con una especie de chaleco cargado de cemento para, según ellos, protegerme de la radiación. Así que yo, divina con mi nuevo atuendo, mastico una especie de palito mientras un aparato giratorio da vueltas alrededor de mi cabeza, y para más inri, un espejo delante mio me recuerda lo sexy que voy a quedar en la foto.
- Reina, se me olvidó preguntarte, ¿Sigues algun tratamiento?
- Bueno, tengo hipotiroidismo...
- ¿Cómo? Debiste haberlo dicho antes... Te tendriamos que haber puesto un collarin para la radiación...
- ¿QUÉEEE?
- Bueno, no pasa nada, ara te traigo al doctor...- Me sonrie- Tranquila, que no soy yo.
"Menos mal" pienso. Pero enseguida me arrepiento. Un chavalin recién salido de la facultad entra en la consulta. El chico, me niego a llamarlo señor, doctor o cualesquiera que sean sus sinónimos me sienta en esas sillas camillas que tienen y acompañado del argentino empiezan a experimentar con mi boca...

(continuará...)

domingo, 26 de abril de 2009

Paranoia

Últimamente me siento idiota.
Le veo aparecer y lo primero que hace mi corazón es desbocarse en mi pecho a un ritmo desenfrenado mientras mi cabeza grita: "¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Le digo algo? No, mejor pasa. No, si no le dices nada pensará que pasas de él. Va, vé y dile algo. Va, voy... No, mejor no, si voy pensará que le voy detrás, perderá el interés en buscarme y acabará pasando de mí. Lo mejor es ir distante... Ni te afecta ni te importa... Mentira, me afecta y me importa. Voy a decirle algo. Si, va, hay que ser valiente en esta vida. Y si luego me arrepiento, pues me arrepiento...

Mierda, ya se ha ido."



El amor nos vuelve tontas... y nos hace pensar demasiado.

jueves, 23 de abril de 2009

Sant Jordi 2009


QUATRE COSES
M'abelleixen quatre coses:
-qui prou les sabrà lloar?-
El sol que bada les roses,
l'aigua que les fa brostar,
la rosada que les mulla
i el vent que les esfulla
per no veure-les secar.
Maria Antònia Salvà

domingo, 19 de abril de 2009

Los diamantes no son el mejor amigo de la mujer, son las flores

La inquietud se notaba en sus ojos, en su rostro, en sus gestos. Caminaba de un lado a otro de la estación con paso ligero pero nervioso. Un leve temblor en su mano izquierda le delataba cuando miraba su reloj y dirigía la vista hasta el panel donde se anunciaba la llegada del próximo tren.
Pero no era esa la razón por la que me había fijado en él. Tampoco lo eran la camiseta de los Ramones que vestía mal combinada con unos vaqueros desgastados.
La razón por la que media estación estaba pendiente de sus pasos era por el ramo de flores que llevaba en su mano derecha. El chaval no lo escondía, pero tampoco lo enseñaba. Era evidente que no le agradaba ser el centro de todas las miradas, pero su impaciencia y nerviosismo mal disimulado entretenía la espera a turistas y ciudadanos que aguardaban la llegada del tren.
La mecánica voz femenina del metro cantó con su habitual monotonía la llegada del tan esperado tren. El chico, realizó un ágil movimiento ensallado mentalmente durante su espera, y escondió el ramo de flores tras su espalda. Un gesto algo infantil, pero no por ello menos dulce.
Se abrieron las puertas del metro. Y salió ella.
En ese momento, le dió igual que media estación mirara y estubiera pendiente de la reacción de su chica. Sacó el ramo de flores de su espalda y con una sonrisa se lo entregó.
Este mundo necesita una cura de romanticismo. Este mundo necesita que se regalen más flores. Porque los pequeños detalles se hacen grandes a los ojos de quien los recibe.

Per la Glòria,
No he abandonat el blog, tranquila ;)

viernes, 26 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD

"Cuando llegan las navidades, siempre me parecen una época buena: una época amable, indulgente, caritativa, agradable; la única que conozco, en el largo calendario del año, en la que hombres y mujeres parecen estar de acuerdo en abrir de par en par sus corazones, y en considerar a sus inferiores como compañeros de viaje a la tumba, y no como una especie distinta de seres camino de otros destinos."
Canción de Navidad de Charles Dickens


FELIZ NAVIDAD